Mujer Santa

El final de semestre, en mi caso, parece que será satisfactorio. Al menos la masacre en Normandía no acabó conmigo, tomamos Berlín y ahora esperamos partirle su madre a Japón. Todo este lenguaje raro, para expresar mis fantasiosos sentimientos sobre lo que vendrá: La titulación, último capítulo, parte I.

Y mientras, disfruto de unas largas y algo existenciales vacaciones, con un montón de desbalances y unas ganas intensas de mandar todo al carajo de nuevo, renovar mis votos conmigo mismo e involucrarme en un actuar, estudiar sobre mi próxima carrera, ponerme vergas con la tesis y el servicio, y continuar mi vida, en una espiral de miseria y monotonía, siendo funcional al sistema, tan perfecto y maquiavélico, que no perdona a nadie, menos a un hombre joven sin peculiaridades ni destacados, que ingresará a vender su alma para seguir vivo hasta que me sea apto dejar la vida...
...
Leer a Camus está venenoso. Ya me dejó más abajo. :'v

En fin. Ahora, sobre el dibujo: Estos días he estado rediseñando de nuevo, renovando, creando más arte sobre mis personajes del proyecto SupraEra, y no podíamos dejar atrás a Angela Delannoy, la (ex-)monja tecnópata francesa. En un curioso intento por dibujar vitrales tipo góticos, descubrí por la mala que esos tipos eran unos genios. Y después del dolor de cabeza que es eso de estar haciendo cosas muy simétricas, coloridas y con un dibujo de frente, he pensado que incluso, en un futuro, cuando tenga más habilidad para el dibujo, re-haré esta versión, porque sí. Y bueno, en ese intento por el vitral (todo cutre) que hice, pensé en mezclarlo en contexto con algún personaje. Y claro, en ese momento aún no definía las nuevas proporciones de Lux Praeco, así que decidí hacerlo con Angela. Y ya decidí que será una mujer alta (¡casi 1.90 m!), más o menos corpulenta, y con una tendencia más católica, además de redefinir sus proporciones. Después de mis intentos, errores y frustraciones, aún la versión final y mis descontentos, me encantó. Y pues, ahí lo tienen, el resultado de un proceso más entretenido.

Y bueno, ya que tengo cosas qué hacer (y no las he hecho, pero empezaré a), procuraré hacer más dibujos y por fin avanzar o hacer algo con ese mitológico e interminable cómic de SupraEra. Es el pedo de ser muy exigente consigo mismo y al mismo tiempo muy comodino.